La última cena de Mao. Fuente: El blog de las últimas cenas
Bueno el post del Jorobado de Notre Dame, Carlos Meléndez, sobre los evangelios de las ciencias sociales. Cuatro evangelios según:
1. San Marx. «La política es la superestructura, lo que importa son los medios de producción. Dime cuánto ganas y te diré por quién votas. Dime cuánto ganas y te diré cómo es tu novia.»
2. La Herencia Colonial. «¿Por qué no tenemos una cultura política democrática? Por la Colonia, pues. Ya nadie lee a Cotler, pero todos lo citan».
3. La Santa Pobreza. «Es la esencia de lo políticamente correcto. ¿Por qué tenemos los gobernantes que tenemos? Porque somos pobres. ¿Por qué no hemos desarrollado una ética individual-liberal? Porque somos pobres.»
4. La Santa Democracia. «Desde la lucha contra la arbitrariedad de un gobernante (“Alan no es democrático”) hasta la forma de vida ordenada que queremos en el paraíso (“el tráfico de Lima es un ejemplo de lo poco democrático que somos”).»
Termina Carlos con una crítica completamente válida (y quizá, como dice, sacrílega):
«Muy pocos observan y sistematizan; muchos especulan y alucinan. Los analistas se sienten tocados por el espíritu de su divinidad favorita y no oses en cuestionarlos. ¿Es tan difícil pedir que los argumentos se basen en evidencias, en datos empíricos, o es un sacrilegio exigirlo?»
Añado el novísimo Evangelio según Žižek (si lo sabes pronunciar correctamente, estás más cerca del cielo). Puedes analizar todo, desde las industrias de la publicidad, los réclames de Sprite (las cosas como son) al teteo de Alan García, y decir que todo tiene que ver con el cinismo del capitalismo post-industrial. Todo está dicho, amen.
Me recuerda todo a un artículo que leí hace mucho, el «Cursillo para ligar», de la Página Definitiva:
«Todos hemos experimentado alguna vez envidia hacia este tipo feo y contrahecho que, a pesar de su evidente falta de atractivo, se las lleva de calle. ¿Cómo lo hace? ¿Cómo se las apaña? Probablemente, y aunque Usted no lo sepa, se encuentra en presencia de un marxista de ley.»
Los tiempos cambian. Son nuevos los evangelios.
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Está interesante, pero lo que no entiendo es en dónde se prohibe que alguien no pueda cuestionar estos «evangelios». La especulación es completamente necesaria. Lo que el Jorobado llama «alucinar» yo lo entiendo como la muy productiva actividad de «imaginar» visiones del mundo, sobre todo visiones que nos ayuden a encontrar soluciones. Hace poco no más se debatía el racismo. Bruce se adscribía a la idea de la herencia colonial. Tanaka no. Y los dos tenían pruebas de lo que decían. La pregunta que yo prefiero hacerme es: ¿cuál de las dos ideas es más UTIL para remontar escollos? Lo de Bruce a mí me sigue pareciendo un callejón sin salida. Prefiero Tanaka.
Falta una, que puede entrar como una ligera variante de la Santa Pobeza:
«La Santa Educación. “Es la esencia del sentido común. ¿Por qué tenemos los gobernantes que tenemos? Porque somos poco educados. ¿Por qué no hemos desarrollado una ética individual-liberal? Por falta de educación.”
De lejos, la santa de mi devoción.
La especulacion (o alucinacion) es valida, pero debe hacerse en dialogo con la constatacion empirica. Ya hemos sido victimas de grandes alucinadas filosoficas revolucionarias como la de SL, para poner un caso radical. Gracias Morsa por continuar el debate. Saludos. Jorobado
Chéveres post, solo una atingencia menor, la filo no es pura especulación (entendida como mera alucinada)ni dogma de fe (sino todo lo contrario). Si la filo se dogmatiza ese es el problema, no sólo de ella sino del saber en general.
No, claro. El problema no es de la filosofía como práctica intelectual, sino cuando este se vuelve un manual de bolsillo.
En verdad, debo felicitar al Jorobado porque con sus palabras puedo explicar mejor mi posición política: que soy una persona que no cree en la democracia.
Se que por esto me van a pegar, pero es cierto: no creo en la democracia representativa, porque «somos pobres».
Como hablando siempre con el Morsa, si es que no hay una revolución educativa a gran escala sostenible a largo plazo, no generaremos ciudadanos conscientes con una cultura democrática que les permita tener un norte común. Para algunos – je je – podría ser el Perú como Doctrina.
Para poder emitir tu voto en una sociedad con cultura democrática – a mi parecer – es tener la suficiente conciencia de por quién votas y por qué razón votas. Para eso debes estar bien educado y saber discenir bien entre el populismo demagógico al cual nos tienen acostumbrados nuestros políticos actuales y las ideas del crecimiento de una república mejor.
Sin embargo, yo no creo en la democracia tal como la conocemos en el país ya que como no tenemos un ideal común – face it, nunca hemos sido siqueira una nación cohesionada – podríamos representar al Perú como un burrito tabanero donde el pueblo son las suelas, el Estado es el burro y la clase política es un jinete que dice que nos llevará al desarrollo. Sin embargo, si estos jinetes no saben a dónde ir y quieren llevar el agua a su molino, se subirán al burrito y lo jalarán por distintos caminos zigzagueando sin saber a dónde van, ya que entre ellos mismos se creen que saben cuál es nuestro norte.
Por ello, me aventuraría a responder por Zavalita y decir que uno de los hitos por el cual el Perú se jodió fue cuando se decide por la República y no por la Monarquía Constitucional. ¿Por qué? Porque, aunque sea en la MC todos los políticos pueden – y se garantiza – que piensen de manera distinta. Se permite las voces disidentes y diferentes modus operandi. Sin embargo,todos tienen algo en común: son súbditos del Rey – entendiéndose como tal una institución social representada como tal -. Ese es su único punto en común y partiendo de el, ir construyendo un sendero. Igual sigue siendo democracia, pero es una manera distinta. Y, si bien, me pueden decir que esto genera desigualdad, yo les respondería que sí la genera. Y bien que la genere, porque en la práctica todos somos distintos y tenemos diferentes recursos para acceder a los recursos sociales. Sin embargo, todos, como personas humanas íntegras al momento de nacer, tenemos las mismas posiblidades de llegar a una meta. Algunos lo harán más fáciles que otros…
A mi parecer, eso mas una reforma educativa nos acercaría más rápido al desarrollo social que la democracia representativa.
Y jojoy…
El enlace con el evangelio según Zizek no funka, aparece una publicherry de G. Portocarrero ¿O a eso te referías?
Morsa, reproduzco algo que puse en el blog del Jorobado, que viene al caso.
Hay otros evangelios que son muy importantes. Son los referentes de nuestros ultraliberales criollos, aquellos que siguen a pie puntillas los mandamientos de Von Misses, Hayek o los Friedman.
Para estos apóstoles todo lo soluciona el libre mercado. Si los países son atrasados, es porque no tienen suficiente libre mercado; todos los problemas de una sociedad se explican, según este evangelio, porque el Estado ha interferido en las sacrosantas «fuerzas del mercado»; si a algún gobierno se le ocurre implementar políticas sociales para paliar la pobreza es porque es populista, colectivista, comunista, chavista o cosas por el estilo. Este es el evangelio según el libre mercado o según el Estado mínimo.