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Chibolitas se embarazan por 99 lucas

Los blogs son el origen de todos los males. Como los que administramos un blog, no tenemos editor que revise nuestro contenidos, lo publicado está plagado de errores. Como no tenemos la costumbre de cruzar información, terminamos en la injuria, en el insulto, deshonrando a medio mundo. Somos la decadencia de occidente. «El día del antes y el después…», en palabras del apocalíptico Luis Aguirre.

Responsabilidad y medios. Me ha tocado en algunas conversas sobre web2.0 que me interpelen como en el párrafo anterior. Yo, la verdad, siempre he visto con gracia esta contraposición. No sé, no tengo estadística a la mano, pero me imagino que es siempre más fácil que un blog se rectifique por tal o cual posteo que un diario. En todo caso, al ser de difusión masiva, un diario termina teniendo más responsabilidad. Y si la noticia puede, inclusive, cerrar un programa de ayuda social, porque sí, la responsabilidad es mucho mayor. Veamos.

elcomercio-18-enero-2009

El 18 de enero pasado, el Diario El Comercio sacó como titular «Se embarazan para cobrar 100 soles».  Ojo, no el condicional «Se embarazarían…». ¿Y quiénes se embarazan, según dicho medio? Mujeres pobres de Apurímac. El artículo que expandía la nota, escrito por Iana Málaga, decía entre otras cosas que:

«La pobreza –cuando es distante y estructural– puede imponer distorsiones crueles a los programas sociales. Eso parece estar sucediendo con Juntos. En la pequeña, alta y fría Apurímac hay mujeres que se embarazan para poder recibir los S/.100 mensuales que asigna el Estado a las familias de bajos recursos. Este Diario estuvo allí y descubrió que en los distritos donde se aplica el programa algunas mujeres no solo se embarazan para percibir este monto, otras lo hacen para que no se les corte el beneficio.» (Los hijos de la miseria, Iana Málaga)

El reportaje, tan importante como para estar en primera plana, tiene además un comentario del Editor de Investigaciones, Miguel Ramírez que plantea (al observar, además de lo descrito por Málaga, un «problema» en el gasto de los 100 soles), sin ningún miramiento:

«Una primera medida seria ejercer un buen control sobre el manejo que las beneficiarias le dan al dinero” (Nota al margen, Miguel Ramírez)

No me queda claro si el Diario El Comercio busca bajarse el programa Juntos. Como bien anota Farid Matuk, comentando el blog Notas desde Lenovo,  no sería «la primera vez que un medio de comunicación, de manera voluntaria o involuntaria, participa en una campaña mediática de mayor alcance con propósitos políticos claros». Fue un artículo tendencioso, sin mayores comentarios de expertos o investigadores en el tema (salvo una nota de Ana María Yáñez, del Movimiento Manuela Ramos). El comentario de Ramírez además se añade a todo un conjunto de prácticas y discursos sobre el control de la sexualidad de las mujeres, sino también busca controlar lo que ellas quieran hacer con su dinero. Es decir, no propone capacitar, sino ejercer un buen control. Bien, Miguel. Te graduaste.

La nota tuvo rebote en otro diario, Correo (donde lo conservador se disfraza de incorreción política), donde se rebotó el «descubrimiento», dándola como cierta:

«…no creen que las provincianas pobrísimas queden embarazadas a propósito para cobrar los S/.100 del programa Juntos. Por supuesto que es muy factible que lo hagan, porque es el típico incentivo económico perverso: Préñate (porque así se llama hacerlo con esos fines) y tendrás plata. Lo inteligente hubiera sido más bien condicionar los S/.100 a que las mujeres solteras muy jóvenes o las mayores que tengan ya dos hijos no salgan embarazadas. Hay que racionalizar esas virtuales e incesantes fábricas de pobres extremos que son las ignorantes mujeres andinas, pues nunca vamos a poder frenar drásticamente la miseria si se sigue botando tanta gente desde los sectores más desfavorecidos.» (Llegó a Ecuador, Aldo Mariátegui).

En su libro Factor Asco, Rocío Silva escribía sobre la acción de «cosificar» y «basurizar» al otro. El para nada ingenuo Aldo Mariátegui, convierte a las mujeres campesinas pobres de la sierra peruana en máquinas que botan gente. Máquinas que hay que «racionalizar» y «condicionar». Al ser interpelado, Mariátegui disfraza un discurso totalmente colonial y tutelar, con el prurito de la «incorrección política» (leer ¡Ay, Manuela!).

En fin, viejas prácticas periodísticas en los viejos medios.

El día de hoy, la academia apareció y aclaró el panorama: No solamente no hay forma de probar que las adolescentes se embaracen para acceder al programa Juntos, sino que:

no hay «evidencia que sostenga este mito. Es un mito que circula más que nada en los que no han entrado por alguna razón al programa» (Ludwig Huber, investigador del IEP en Enlace Nacional).

«Realmente decir que las mujeres se embarazan por tener 100 soles me parece parte de un discurso discriminador que no busca la unión entre los peruanos. La tendencia de natalidad no cambia en tres meses. Es más, nosotros hicimos otro estudio en diciembre solicitado por Juntos en el distrito de San Jerónimo, en Andahuaylas y tampoco hemos encontrado eso» (Patricia Zárate, del IEP en el blog De todo un poco).

Ahora esperaremos sentaditos la rectificación del Diario El Comercio y que asuma su responsabilidad por tan grave equivocación. Y varios posts en la blogósfera analizando el asunto.

(Post escrito en conversación con Fátima Valdivia)

Actualización: La semana pasada, justo, se presentaron dos estudios sobre el programa Juntos en el CIES. Entre los hallazgos:

«Vargas presentó evidencias de una mayor preocupación por la asistencia de los niños en edad escolar y la consideración que  «ellos tienen futuro».  El empoderamiento de la mujer, a partir de su condición de receptora del dinero, ha contribuido a su mayor autovaloración y a su reconocimiento y valoración en la comunidad. Respecto de la formación de ciudadanía se ha observado actitudes de construcción de conciencia ciudadana a partir del ejercicio de derechos y obligaciones tendiendo a generar un mayor capital humano y la noción de desarrollo humano.

Por su parte, Díaz manifestó que las transferencias de 100 soles mensuales para el caso de los pobres extremos equivalen entre el 32% y 44% de sus gastos, duplica la liquidez monetaria de un hogar rural tipo lo que hace posible la adquisición de nuevos bienes y servicios; «las beneficiarias, por ejemplo, compran ahora, en ferias las estacionales y mercados ropa, calzado, pescado y artículos de higiene» acotó.» (CIES)

Qué lejos de las mujeres máquinas e ignorantes.

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Publicado en Campo General

23 comentarios

  1. vpc vpc

    Y ya van dos con El Comercio. Este de los 100 soles y el de de su corresponsal Vaccaro.
    ¿Qué pasa? ¿La new generation Miro Quesada no la chunta? Eso pasa cuando no estudian y les cae el cargo por relaciones de parentesco.

  2. Totalmente cierto.

    Ves, morsa, cómo la blogósfera necesita tu estáte-quieto crítico de vez en cuando? Y tú hablando de Batman mientras tanto… habráse visto.

  3. Jorobado Jorobado

    Buen post, estimado Morsa. Solo Dios, El Comercio y Faveron no se equivocan.

  4. Oiga usted un antropólogo no es un académico. Una ciencia social no es una ciencia. No hay que apelar a la simbología de autoridad «académica» de alguien que no la tiene.

    Y lo de bazurizar, francamente. Linda con lo ideológico, pues es innegable que las mujeres d ela sierra son en promedio más incultas que las de la costa. No es discriminación.

  5. roberto roberto

    Augusto: ¿Una ciencia no es una ciencia? ¿No existe la academia dentro de las ciencias sociales? Ajá.

    En todo caso, aquí apelo a algo bien simpático: Hay gente que conoce más del tema y que lo viene investigando. Investigaciones académicas, con hipótesis sujetas a prueba, con metodología, etc.

    Lo de la basurización, no es tanto por afirmar que las mujeres de la sierra tienen menor acceso a la educación que las mujeres de la costa (dah!), sino la forma cómo estas aparecen en el argumento de Mariátegui.

  6. arual arual

    Hola. No solo en el Peru ocurren cosas como esas. En los EEUU se dice que las mujeres afroamericanas se embarazan para vivir del estado y del dinero que reciben al pedir ayuda. Cuando en realidad, son las mujeres blancas la mayoria en los sistemas de ayuda del estado. Creo que el componente raza (asociado al de genero) hace que la cosa sea extremadamente complicada y que se basurice (como dice Rocio) a la mujer (y a sus necesidades en tanto cabeza de familia o como madre de familia).

  7. En todo caso, la necesidad de que algunas mujeres se ‘hagan embarazar’ (como ‘asegura’ Mariategui) dice mucho pues de la necesidad de estas, de la condición en que se encuentran… Suscribo todo lo afirmado en tu post..
    p.d: se agradece el comentario en mi blog.

  8. Salud

    Muy interesante el artículo. Sobre lo del programa Juntos no tengo nada que agregar con lo acá expuesto, más bien iré al tema con el que inicia la entrada.

    Es cierto, normalmente «no cruzamos» datos, en todo caso, nos fiamos de las fuentes «tradicionales» y cruzamos los datos que podemos desde otras «fuentes tradicionales» (salvo los periodistas con bitácora o casos puntuales), así que si se lleva a error (como en el presente caso de los 100 soles, o el aludido del caso de la xenofobia) la responsabilidad es del medio que comercia con la información y no de los que la rebotan.

    Y definitivamente es más fácil ver en una bitácora un «me equivoqué», ya sea en actualización de la entrada errada, ya sea en otra nueva (con lo cual en ambos casos mantiene la visibilidad dada al error inicial) que en un diario (que puede errar en portada y rectificar en el Fe de Erratas, chiquitito, errar un domingo -como acá- en que la tirada es el doble y rectificar un miércoles, si es que lo llega a hacer).

    También cuenta, por supuesto, el tema de los medios para poder cruzar la info (no es lo mismo una unidad investigadora de un diario que una persona perdida en el espacio) y el alcance y calado de cada medio (indiferente si hablamos de bitácoras o «medios tradiconales», habría que ver su influencia real y no el medio en que se propaga, normalmente tienen las de ganar los impresos, y golear la TV, pero ese es otro cantar).

    En fin, me alargo por puro gusto…

    Hasta luego 😉

  9. y que podemos para que esos acomplejados soberbios del comercio y del correo se rectifiquen.

  10. observando observando

    lo que no se ha dicho es que en el evento de presentacion de los dos informes sobre juntos en el CIES (frente a todos los periodistas porque era una conferencia de prensa),
    la viceministra de desarrollo social del MIMDES, maruja boggio indicó que las aseveraciones de el comercio le parecieron racistas y la reportera que hizo el informe de el comercio intervino diciendo que esa no habia sido su intencion, pero lo que pasaba es que cuando fue a apurimac recibio muchas quejas de las señoras que decian que no se estaban cuidando porque no habian anticonceptivos y porque sus maridos no las dejaban, lo cual es MUY diferente a lo que dijo anteriormente. Tampoco se mantuvo en su denuncia como lo podria haber hecho frente a todos los expertos y representantes de juntos si tuviera la informacion clara.

  11. fátima valdivia fátima valdivia

    pero es que la primera gran falla de esta «reportera» es la forma como estructuró su argumentación. alegar como prueba de que las mujeres «se embarazan» (afirmación por demás tendenciosa, discriminatoria, tutelar, lindando con la subnormalización de las mujeres apurimeñas)a entrevistas con promotoras de salud o médicos de la zona es tendencioso. es no conocer la realidad en el mundo. es no tener el más mínimo conocimiento (y ella sí vive en completa ignorancia) sobre cómo obtener información. y eso que no nos adentramos en sus estreotipos: ¿qué es eso de que la pobreza no es estructural? ¿no hay un prejuicio implícito ahí de que el pobre es pobre porque quiere serlo?
    que a eso le sumemos las afirmaciones del jefe de investigaciones (?!?!) del comercio, diciendo que hay que controlar el dinero de estas mujeres y cómo lo gastan, ya linda con lo irreal.

    no es cuestión de controlar nada de nada. uno gasta su dinero en lo que quiere, punto. ese no es argumento para criticar la validez o no del programa JUNTOS. búsquense otro. ¿se dan cuenta del sinsentido? ¿criticar un programa social a partir de los úteros de las mujeres? ¿a partir de lo que hacen con sus vidas? ¿a partir de minimizarlas por completo?

    por otro lado, basta de relacionar pobreza con ignorancia, pobreza con viveza, pobreza con tutelaje. basta de decidir por otras personas.

    hay que exigir que el comercio se rectifique, y en primera plana un domingo. tal cual.

  12. Norma Correa Norma Correa

    El impacto de los programas de transferencias condicionadas -tipo JUNTOS- en la fertilidad es un debate que ya se ha dado tanto para los casos clásicos latinoamericanos -México y Brasil- como para los más recientes -Nicaragua, Argentina, Turquía, Colombia, Mozambique, etc. Los métodos de análisis han sido principal -pero no exclusivamente- econométricos (lo que llaman randomized samples) y la evidencia es mixta. Algo que me ha sorprendido mucho sobre la cobertura mediática que ha tenido el tema de los embarazos es la nula referencia a lo que nos dicen otras experiencias internacionales tipo JUNTOS sobre este tipo de situaciones. Hay información para todos los gustos: para los que estén a favor, para los que estén en contra, etc. Por ejemplo, sería interesante saber cómo la preocupación sobre el impacto en la fertilidad que se presentó en la implementación de Bolsa Familia -Brazil- o Oportunidades – México- (para citar los más conocidos, además de ser los padres conceptuales de JUNTOS- fueron tratadas por los ejecutores del programa y por las organizaciones de la sociedad civil, cómo se establecieron mecanismos de vigilancia, etc. Este tipo de preocupaciones, cuestionamientos y debates (sean embarazos o el uso de la transferencia) han aparecido en cada país donde se ha implementado un esquema de transferencias condicionadas. Así que sería enriquecedor conocer qué nos dicen dichas experiencias. Yo sólo he leído algunas evaluaciones específicas al impacto en fertilidad para el caso mexicano, donde se concluye que no es significativo….ahora, esto no quiere decir que no pueda suceder nunca y que en caso suceda no se haga nada al respecto. El caso peruano tiene poca evidencia en este y otros aspectos, aunque hay algunos aportes valiosos producidos en el 2008, pero para comunidades específicas. Los interesados pueden ver http://www.cies.org.pe/prensa/conferencias/conclusiones-programa-juntos (los estudios están linkeados al final de la nota de prensa)

    El caso peruano es aún joven y, sobretodo, no cuenta con una línea de base, lo cual dificulta un análisis más profundo. Curiosamente, la falta de línea de base ha sido uno de los problemas comunes en varios de los programas de transferencias condicionadas que hoy se aplican alrededor del mundo, incluso de los casos estrella. Son programas que suele aparecen por apuro político y, por ende, la rigurosidad técnica suele enfocarse en implementar rápido antes que en monitorear continuamente. Cuando hice mi tesis de maestría sobre los programas de transferencias condicionadas me sorprendió muchísimo comparar la gran cantidad de información existente sobre varios casos latinoamericanos y casi prácticamente nula referencia sobre el caso peruano (investigación realizada en el 2007). Me sorprendió, por ejemplo, que la comunidad epistémica especializada en protección social no haya trabajado el caso JUNTOS. De pronto era porque JUNTOS era más joven aún (escribí mi tesis en Septiembre 2007…pero también encontré estudios sobre programas de edad similar a JUNTOS) y que, por ende, no había suficiente data. Sin embargo, en el caso de los «embarazos por 100 soles» lo que ha llegado a los titulares no es evidencia «dura» usual en las evaluaciones de este tipo de programas, sino más bien evidencia anecdotal. No sé cómo fue recolectada, en cuánto tiempo, etc, pero también me queda claro que al ser El Comercio un medio periodístico -como todos los medios periodísticos en nuestro país- busca noticias y mientras más impacto genere, mejor. Creo que sería injusto, por ejemplo, exigirle a la periodista rigurosidad etnográfica.

    Pienso, sin embargo, que este tema que ha desatado pasiones nos invita a la reflexión sobre cómo mejorar la integración del enfoque cualitativo en los procesos de evaluación de -por ejemplo- los programas sociales. Creo que es una reflexión relevante para la comunidad antropológica porque hoy en día la investigación cualitativa está «de moda» y, por ende, de calidad mixta. Otro reto implícito es cómo lidear con el uso político de dicho tipo de evidencia, que no se basa en cifras impersonales.

    No soy una antropóloga que defienda ciegamente a lo cualitativo o a lo etnográfico. Con el paso del tiempo me convenzo más de sus límites y de sus posibilidades, pero sobre todo de la necesidad de integrarlos con otras formas de pensar el mundo (cuantitativas, econométricas, visuales, experimentales, etc). Sin embargo, pienso que la investigación cualitativa si tiene un rol clave en el monitoreo de los programas sociales….no como la evidencia «decorativa» – que es como se le usa casi siempre en el Perú- sino más bien como una forma adaptable de levantar evidencia sistemáticamente. Por ejemplo, los estudios econométricos -muy valiosos por cierto- requieren series de tiempo relativamente largas…la data toma más tiempo en ser producida, los investigadores suelen tener precupaciones muy comprensibles para usar data poco confiable o poco representativa, etc. (No me malintepreten: no estoy diciendo que lo cuantitativo debe ser dejado de lado, al contrario espero que JUNTOS pueda tener los recursos para mejorar sus bases estadísticas y que se continuen los esfuerzos -operativos, presupuestales, políticos y retóricos- para que tenga de una buena vez una línea de base. Lo que estoy diciendo más bien es que me parece importante reflexionar sobre nuestra metodología estrella, pensar -por ejemplo- cómo nuestro método etnográfico puede contribuir a generar evidencia más completa, sin asumir que por ser etnografía es «lo máximo», sino con una perspectiva colaborativa, holística. Esto supone el reto de la integración con otras maneras de ver y pensar el mundo…implica aprender cómo otras disciplinas lo hacen y encontrar puntos de encuentro. Dejo todo este rollo que ya debe estar aburriendo a quien está leyendo hasta aquí con un texto interesante sobre cómo integrar las encuestas y el método etnográfico en evaluaciones sobre programas de transferencias condicionadas:

    Integrating Survey and Ethnographic Methods to Evaluate Conditional Cash Transfer Programs de Michael Adato http://www.ifpri.org/pubs/dp/IFPRIDP00810.pdf

    Me olvidaba:
    Un tema interesante es la economía política de la focalización, palabrita tan de moda en nuestros días, la casi salvación de la política social. Finalmente, ¿quién es el pobre «merecedor» de la ayuda, el «focalizable»?. ¿Por qué en sus primera etapa el programa JUNTOS no entra a la selva, donde claramente hay población en pobreza extrema? Los interesados pueden leer un texto algo antiguo (1995) de Sen sobre estos asuntos: «The Political Economy of Targeting», in Public Spending on the Poor. Allí se trata de, por ejemplo, del problema del incentivo perverso en la provisión social.

  13. 200.121.224.49 200.121.224.49

    Sr. Morsa, hasta la «Madeinusa» se achoró con Alditus Mariateguitus:
    del Hi5 de Magaly Solier:
    http://magalysolier.hi5.com/friend/profile/displayJournal.do?ownerId=219334984

    Periodista ALDO MARIATEGUI machista y racista.
    29/01 01:37 PM

    Quiero expresar mi indiganción y total repudio hacia este periodista, un tal ALDO MARIATEGUI, quien se expresó así de las mujeres peruanas, mujeres andinas, sobre el espinoso tema del programa JUNTOS y los malditos S/100:

    «Hay que racionalizar esas virtuales e incesantes fábricas de pobres extremos que son las ignorantes mujeres andinas, pues nunca vamos a poder frenar drásticamente la miseria si se sigue botando tanta gente desde los sectores más desfavorecidos. Lógica elemental».

    http://www.correoperu.com.pe/lima_columnistas.php?id=81939&p=1&ed=14

    Como mujer, ante todo, lucho y lucharé siempre contra estos entes pseudo machistas que se esconden tras el papel para vomitar su miseria existencial y su estúpido complejo de superioridad, racial y social. Mi disco habla precisamente contra idiotas como éste.

    Las mujeres NO SOMOS FABRICAS DE HACER HIJOS!
    Las mujeres andinas no somos ignorantes, los ignorantes son UDs., HOMBRES «responsables» de nuestro «futuro», asesinos de nuestras familias, dirigentes de pobreza, de ignorancia.

    Magaly Solier

    Apoyo la posición!

  14. vpc vpc

    Si algunas chicas se embarazan de futbolistas por el billetón, ¿Por que algunas jóvenes campesinas no pueden hacerlo por obtener algún beneficio que la coyuntura les niega sistemáticamente?

  15. Qué fácil es dar una opinión desde algún restaurante miraflorino.

    He tenido la oportunidad varias veces de observar in situ esos estudios realizados por expertos que creen que viajando en su camioneta 4 x 4 y quedándose (a veces) un par de dias en algún pueblito ya son dueños de la verdad. Los más experimentados si sacan buenas conclusiones sobre lo investigado pero como ellos mismos me lo han dicho hay dos tipos de informes, uno el verdadero, y el otro el maquillado y que se sabe que va a ser del agrado de la institución u organismo que financia el estudio.

    En Lima las adolescentes se embarazan por menos de cien soles, las andinas son más inteligentes.

  16. roberto roberto

    Más fácil es escribir una opinión desde un escritorio huaralino, doc.

    Saludos

  17. […] en la zona (ver artículo de Óscar Castilla). Sin embargo, una vez más (la vez anterior fue con el caso del programa Juntos) el referido diario se manda, sin contrastar, sin preguntar a expertos sobre el tema ni nada. La […]

  18. […] medios ejercen una presión sobre las políticas. Así, hemos visto por ejemplo como el diario El Comercio de manera irresponsable casi se baja al programa Juntos. El efecto fue doble: […]

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