En una de sus últimas columnas (si mal no me equivoco, la última de ellas), Mario Vargas Llosa planteaba abiertamente que votaría por Ollanta Humala, colocándolo a él como el mal menor. Su propuesta se basa en un «apoyo exigente y crítico». En una entrevista también reciente, MVLL desarrolla su idea del mal menor:
«Hay un mal menor y un mal menor. El mal mayor es Keiko Fujimori y entonces yo voto por Humala. Eso es clarísimo. Los problemas que pueda traer Humala ya los enfrentaremos cuando venga.» (Página12)
Inmediatamente fue catalogado de principista, de enemigo del país, etc. Que cómo es posible que solo hacía cinco años OH representara el mal mayor frente a Alan García y que ahora sea lo contrario. Se le criticaba una falta de consistencia. Lamentablemente (o quizá al revés, por suerte) la política no funciona sobre consistencias inamovibles.
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Hay un sector de votantes que, en efecto, vota principistamente. Va el día electoral (la «fiesta electoral», idea que le encanta repetir a cierto sector huachafo del periodismo), vota por Miguel Grau o por Francisco Bolognesi, o marca alguna pichulita en la cédula (cosa que ya no va a poder darse con el voto electrónico) y listo, la conciencia está tranquila, hice lo mejor que pude, se terminó mi participación ciudadana, nos vemos en los próximos comicios municipales o generales. Si la mayoría quizo hacer otra cosa, ya pues, qué puede hacer uno, son una sarta de mentecatos, ignorantes, irracionales, votan por odio o resentimiento o porque les gustan las dádivas, así el país nunca va a salir adelante, yo sigo en lo mío, mientras nadie toque mis 20 metros cuadrados no digo ni hago nada. A este tipo de acción política, a esa forma de pensar las acciones, es que Max Weber le llamó Ética de la Convicción.
Al convencido no hay diálogo que le interese. No hay negociación que valga. El convencido es un puro y sale a marchar con las manos pintadas de blanco y no se sienta a la mesa con los que estén más a la izquierda o más a la derecha que uno. El convencido es el político de manual, el que pensaba que salvo el poder todo es ilusión. El convencido, justamente por su forma de plantear los debates y la discusión y la búsqueda de consensos, no negocia, no cede y por lo mismo termina aislándose. En el Perú el caso más extremo de esta política de la convicción fue el Partido PCP -Sendero Luminoso, con esa lógica tan religiosa de llevar la política.
Jean Paul Sartre (un autor tan familiar para MVLL) planteó en su obra Las Manos Sucias un contrapunto entre dos políticos. Por un lado, Hugo, el convencido de que la política es un acto del bien contra el mal, que vale la pena morir (o dejar que otros mueran) siempre y cuando uno esté bien con su conciencia. Hoederer, el comunista, no duda en negociar secretamente con la ocupación nazi en Francia, si eso equivale salvar vidas. Para Hugo hay malos y buenos. Para Hoederer hay grises dentro de la maldad: Hay un mal mayor y un mal mayor. Es lo que Weber llamaba la Ética de la Responsabilidad.
«Quien actúa conforme a una ética de la responsabilidad, por el contrario, toma en cuenta todos los defectos del hombre medio. Como dice Fichte, no tiene ningún derecho a suponer que el hombre es bueno y perfecto y no se siente en situación de poder descargar sobre otros aquellas consecuencias de su acción que él pudo prever. Se dirá siempre que esas consecuencias son imputables a su acción.» (Max Weber, La política como convicción)
En política (el arte de hacer posible lo necesario, según Charles Maurras) se trata muchas veces de negociar y llegar a acuerdos de alguna forma. Aunque autores como Ernesto Laclau y Chantal Mouffe hayan criticado su visión de la política (en favor del populismo), la razón argumentativa de Habermas se acerca más a esta forma de actuar responsablemente. Así, de acuerdo a la situación política, un partido puede llegar a un consenso con fuerzas aparentemente opuestas y modificar su plan de gobierno original. Exigir allí una consistencia principista es, no un error, pero sí llevar nuevamente la discusión a un terreno de malos versus buenos. En el Perú, esto se aplica en estos momentos tanto a la gente de Gana Perú como de Fuerza 2011. Criticarles ese cambio considero que es equivocado y lleva a este plano de la convicción.
Esto lleva también al punto que cada uno establece sus propias variables para ver cúal es el mal menor. Para algunos, como MVLL, será Humala. Para otros, como Jaime Bayly o Aldo Mariátegui, será Fujimori. Otros, con todo derecho, pensarán que el mal menor se encuentra fuera de estas dos posibilidades y apostará por el voto viciado, como una forma de protestas. En la lógica del mal menor, ni una de estas es mejor moralmente sobre la otra. Son apuestas o riesgos que cada uno toma. El tema es cuando ya se acusa al otro de votar principistamente que también es otra manera de acusar al otro de irracional. Y si ya se cae en ese punto, para qué seguir discutiendo o buscando puntos comunes, acuerdos mayores sobre el destino del país, etc. Ese tipo de argumentos los he visto tanto desde la izquierda como la derecha. Mucho más (por la llegada a medios) desde la derecha.
Que estamos en un momento complicado, cierto. Y justamente por eso debemos mantener la calma.
Vamos, ya pasamos por un gobierno organizado para el asesinato y la corrupción. Esta vez estamos más preparados.
También:
– Carlos Pérez sobre el liberalismo político y el mal menor (Chicobilly and other stories)
– Esto no es un duelo de principios (Hans Rothgiesser). Sobre la discrepancia, no creo que sea tanta. Creo que la negociación del cambio de un plan, si es que se da dentro de un marco mayor (alianzas políticas claras, acuerdo nacional, etc.), es totalmente coherente con el fortalecimiento institucional. Más bien, tanto aferrarse a un plan o cambiarlo a la libre, fuera de esos marcos, sí puede tener consecuencias funestas. Es nuevamente lo responsable sobre lo principista.
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Buen post, yo ya decidi mi voto, ps habia q hacerlo y definitivamente habia q buscar el mal menor, sin embargo la pregunta sigue siendo, como es que hemos llegado hasta aqui, como es que tenemos que votar votar por el mal menor y no por un candidato idoneo, se parece a las elecciones pasadas donde tuvimos que votar por alan porque no quedaba de otra, a quien le echamos la culpa de esto, que tenemos q hacer como individuo, para que no se repita esto de nuevo.
Excelente post. Creo que se puede enlazar a la visión pluralista de los bienes, de la que hablaba Berlin. Como dijo Kymlycka, si no me equivoco, el punto es entender que todos tenemos diferentes creencias arraigas sobre lo que es mejor para nuestra vida (incluya o no, a los demás). Sobre esta premisa, se puede dialogar.
[…] ese sentido, estoy total y completamente de acuerdo con el amigo Morsa cuando dice que centrar la discusión en principios y valores y ética y moral no sirve en este momento. Básicamente porque eso no nos ayuda ahora: Ambos candidatos tendrían serios problemas para […]
Interesante. Si la política es el arte del negociar y llegar a consensos, estamos viendo que uno de los dos candidatos está, obligado o no, mostrándose más como actor político que el otro, aquel que no consensúa con fuerzas discordantes, sino que se alimenta endogámicamente y nos enrostra su autosuficiencia.
Lo que no me pareció democrático de la declaración de MVLL fue pedirle a «todos los demócratas peruanos» votar por OH. Con esto dice implícitamente que los que no voten por su opción no son demócratas, y ahí ya estamos rayando totalmente con el tema de repetar las libertades y decisiones ajenas, bla bla bla…
En cuanto al tema de la negociación, estoy de acuerdo, pero me parece sumamente preocupante que OH diga que NO es negociable Pensión 65 y Cuna Más. Ojo, nadie dice que los anulen, solamente que sean viables y sensatos, acorde con la economía del resto del país.
Me parece que no hay el mensaje implícito que señala Annemie. Y lo explico mejor así. El llamado, en primer lugar, lo hace MVLL a todos los demócratas. Pregunta: ¿cabría llamar a los no demócratas a votar para evitar un triunfo del fujimorismo?. Segundo: es un pedido, una invocación, no una exigencia. El mensaje no tuvo la forma: «Demuestren que son x, haciendo y», sino más bien: «Todos los que son x, por favor hagan y». En ese sentido, habrá demócratas a quienes les parecerá poco efectivo votar a favor de Humala para evitar a Keiko; a otros demócratas, les parecerá que Keiko será más democrática y Ollanta, menos. El caso es que todos, pese a su elección, seguirán siendo demócratas, porque el mensaje va dirigido exclusivamente a ellos, no a nadie que no lo sea.
En esta situación a donde hemos llegado, el mal menor es Keiko, Ollanta Humala, trae el atraso y la miseria, es el mayor y peor. Mi voto esta desidido por Keiko. En el camino arreglaremos las alforjas.
José L. quizás tengas razón y el mensaje no haya tenido la forma: «Demuestren que son x, haciendo y». Sin embargo, las percepciones y lecturas frente a un mismo mensaje pueden ser muchas y a la vez muy diferentes entre sí. En cuanto a si cabría llamar a los no demócratas a votar para evitar un triunfo del fujimorismo, pienso que sí, ya que ambas candidaturas tienen pasados autoritarios.
En todo caso, te agradezco tu comentario y le daré vueltas, por ahí que me equivoqué de plano, nunca se sabe.
Aparte de los partidarios de Humala y Keiko, yo diría que el mal menor lo podemos ver desde dos perspectivas:
En mi opinión, la percepción de la gente es que Keiko (y valgan verdades, lo cual creo) no haría lo que hizo Fujimori, es decir no cerraría el Congreso y seguramente no cometería las fechorías que cometió y probablemente la economía no esté en riesgo. Para este grupo el mal menor es Keiko.
Obviamente, también para este grupo el mal mayor es Humala, desde la lógica que pone en peligro todo lo avanzado hasta ahora (y valgan verdades, lo cual creo).
Otros (me incluyo) encontramos indigno votar por Keiko, no porque haría lo que hizo Fujimori, sino por dos razones que para los que pensamos así tienen más peso:
1. Que está rodeada de la misma gente que permitió que Fujimori cometa las fechorías que cometió, o sea ‘nos está viendo la cara’: Martha Chávez, Martha Hildebrand, ‘Saravá’, el mismo Yoshiyama, Carmen Lozada, Luz Salgado, etc. (¡les juro por diosito que son los mismos!) y
2. Que sería indigno darle la oportunidad a quienes por todo Palacio, merecen el Palacio de Justicia:
– por la droga en el avión presidencial (el escándalo de los escándalos),
– por los 15 millones de indemnización,
– por las vergonzosas directivas del SIN que recibían los congresistas fujimoristas (vía celular),
– por la postulación al senado japonés (después de haber fungido como presidente peruano)
– por ‘insultar la inteligencia de los peruanos’ y decir que su asesor era sacrosanto (metía las manos al fuego por él),
– por el Grupo Colina,
– por el desfile de sus congresistas por la salita del SIN,
– por las leyes con nombre propio,
– por los congresistas tránsfugas, etc., etc., etc.
Por lo expresado, obviamente, consideramos el mal menor a Humala, con el gran temor que implica un eventual triunfo de él: riesgo de perder todo lo avanzado, riesgo incluso de poner en peligro la democracia misma, la gobernabilidad y la estabilidad económica.
Sin ánimo de querer darle clases de moralina a nadie: lo que digo es NO A KEIKO por una cuestión de dignidad que pesa incluso más que todo lo avanzado hasta ahora.
En conclusión, estas dos posiciones las resumo como mencionó alguien por allí, que expresa lo que muchos pensamos:
“A HUMALA LE TENGO MIEDO, A KEIKO LE TENGO ASCO”
POR UNA CUESTIÓN DE DIGNIDAD: KEIKO NO.
¡Por el bien de la patria esperemos que Humala emule a Lula y no a Chávez!
Primero, para Bayly, Keiko no es un mal menor, es su candidata preferida (ver su columna en Peru21 del 4 de Abril).
Segundo, me parece increíble que hagas el menor enlace entre la gente que piensa votar siguiendo sus principios y Sendero Luminoso. Precisamente, el voto principista va en contra de una candidatura que hasta hace muy poco hizo apología de un régimen que violó sistemáticamente los derechos humanos.
Lamentablemente, el señor Vargas Llosa parece desconocer este compromiso: http://www.pcperuano.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1709%3Aacuerdo-politico&catid=1%3Acoyuntura&Itemid=26
Léanlo, contiene muchas perlas que ahora quiere negar, como la Asablema Constituyente, la destrucción del «neoliberalismo» y la «fundación de la Nueva República». Y por supuesto, miren a los firmantes.
¿A qué compromiso le hacemos caso, señores?
Pienso que, aunque la opcion mas prudente seria el voto viciado o en blanco, no es una opcion con la que estoy de acuerdo pues nuestro pais aun no ha alcanzado el nivel de madurez democratica necesario para hacer un uso inteligente de esta. Dicho en pocas palabras: no daria el resultado ideal que seria la anulacion de estas elecciones (sonar no cuesta nada…). Por tanto, opino que debemos adoptar una posicion, a favor de uno de los dos candidatos aunque ambos tengan serias deficiencias. Estamos todos dentro del mismo barco y debemos remar, de preferencia, en la misma direccion si no queremos que se hunda.
Dicho esto para mi el mal menor es Keiko. No voy a pretender defenderla diciendo que no se la puede conectar con el pasado de su padre ni nada por el estilo pues eso seria absurdo. Mi voto no es, entonces, a favor de ella sino en contra de Humala. Porque? Porque no creo, ni por un instante, que ni este senor ni los miembros de su partido hayan podido dar un giro de 180 grados en poco mas de un mes. Hasta el 10 de Abril, todos ellos defendian a capa y espada un modelo estatista radical expuesto en su plan de gobierno original. Ahora se orientan mas hacia una economia de mercado, en solo 45 dias? Nadie cambia tanto en tan poco tiempo. Entiendo que, ante la necesidad de concertar con otras bancadas para alcanzar el nivel de votos requeridos, deban hacer ajustes y concesiones al mismo. Lo que no entiendo es que dichos ajustes sean cada vez mas ambiguos y contradictorios entre si. Ej. Humala insiste, en su Hoja de Ruta, con la Pension 65 y dice que no se utilizaran fondos de las AFP para este. Hasta ahi vamos bien. Pero lo preocupante es que dice que se utilizaran fondos provenientes del erario nacional. Esta me parece una afirmacion demasiado ambigua pues deja en el aire una pregunta crucial: que parte del presupuesto nacional sacrificara para cumplir con esta promesa? Ambiguedades similares se dan en los aspectos del rol (empresarial?) del estado, la revision de las normas para el otorgamiento de licencias a medios de comunicacion (pretexto que utiliza Chavez para cerrar aquellos que estan en su contra), entre otros. En resumen: no veo en el equipo de Gana Peru una intencion seria ni responsable de moderar su propuesta. Lo que veo (y lo digo como profesional en linguistica y semiotica) no es mas que un habil juego de palabras para aparentar decir algo diferente pero en donde lo unico que hacen es no decir nada en concreto.
Respecto a que Keiko esta rodeada de politicos de reconocida trayectoria nefasta, cierto. Pero Humala tambien. Ahi estan Diez Canseco, Dammert, Tapia, Abugattas, entre otros, todos ellos con decadas defendiendo posturas extremistas, declarando abiertamente su simpatia por muchas de las ideas de Sendero y quejandose a gritos de la violacion de DDHH… de los sospechosos de terrorismo, nunca de sus victimas. La adhesion de tecnicos independientes a mi no me tranquiliza en absoluto pues muchos de ellos son los clasicos oportunistas de siempre que solo buscan a cual «carro» subirse. En el momento en que el carro empiece a perder el rumbo, seran los primeros en bajarse.
Conclusion: yo NO les creo.
Muy aparte, los invito a leer los comentarios de un ciudadano que escribe con el pseudonimo de Jose Simon Bolivar Marti en el siguiente link:
http://www.jaimedealthaus.com/articulos/la-intolerancia-y-la-polarizacion.html
Son varios y son extensos pero vale la pena revisarlos. Ahi se explica en detalle que el plan de Gana Peru tiene tentaculos mucho mas grandes y peligrosos de los que nos imaginamos. Me disculpo de antemano si su lectura les produce insomnio o pesadillas.
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