Ya escribimos en su oportunidad cómo los medios tienen una debil institucionalidad. Entre licencias no claramente establecidas a medios impresos que dependen de la publicidad del estado. Entre los datos que una vez publicamos, estaba que en el país, la mayor parte de peruanos (cerca del 83%) cree fehacientemente que los medios son frecuentemente influenciados por los poderosos.
Fuente: Latinobarómetro. Elaboración Propia.
Claro, uno puede decir que así es en todos los países. Pues bien, es cierto, en muchos países hay una percepción que los medios (en general, luego veremos qué pasa para cada medio) se dejan influenciar por «los que tienen el poder». Sin embargo, podemos ver que la imagen de los medios en el Perú es peor a la de otros países.
Fuente: Latinobarómetro. Elaboración Propia.
Es una encuesta del 2007. A pesar de todo el chavismo y todo el aparato estatal allá contra los medios independientes, en Venezuela no hay tal nivel de percepción como en el caso peruano. En Argentina sí hay todo un debate sobre la concentración de medios que podría explicar por qué se da allí tal percepción. ¿Y el Perú?
Uno podría inferir, no qué va, eso no es cierto, debe ser una percepción de quienes no tienen nivel educativo y se deja engañar y vive en estado conspiranoico permanente. Pues la evidencia demuestra lo contrario, y aunque no es una tendencia muy fuerte, en el Perú las personas con mayor nivel educativo alcanzado creen mucho más que las que tienen menor nivel educativo alcanzado que los medios se dejan influenciar frecuentemente por los poderosos.
Fuente: Latinobarómetro. Elaboración propia.
Nuevamente, 2007, antes de las elecciones generales últimas.
Ahora, como discutíamos con el amigo Hans Rothgiesser (@mildemonios), no todos los medios son iguales y habría que segmentar por tipo de medios o si se tratan de medios de alcance local o nacional. La data que uso del Latinobarómetro es del 2004 y creo que no mucho se ha avanzado hasta el día de hoy.
Fuente: Latinobarómetro. Elaboración propia.
Niveles bajísimos. Vale la pena señalar que en Argentina la situación es bien parecida, mientras que en Uruguay los medios locales gozan de mejor imagen en términos de objetividad.
En ese sentido, las experiencias de otros países por incorporar mecanismos de autorregulación (más allá de la «sección de cartas del lector») han contribuido a mejorar esta imagen. La figura del Defensor del Lector, por ejemplo, que es mucho más que un columnista y más bien es alguien que puede enmendar la plana a los periodistas del medio, ¡publicando en el mismo medio! También fortalecer (lo que implica usarlas, visibilizarlas) instancias tales como ConcorTV entre otros mecanismos de regulación. ¿Cuántos conocen o han escuchado de ConcorTV? Ok, ese es uno de los problemas.
Así, los medios (en general) terminan dando esa impresión. Funcionan bien, cuando se trata de una noticia en la que un poderoso está involucrado, pero si no es así, se hace uso del mayor amarillismo posible. Cuando no, se hace un silencioso espíritu de cuerpo.
Internet y las redes sociales ofrecen, en ese contexto, un espacio para la crítica y la exigencia de regulación. Sí, muchas veces devienen en apanados o linchamientos digitales. Pero el descrédito de los medios no es de hoy, tal como se aprecia en la data presentada. Las formas actuales no han funcionado y los medios (en general) deben comenzar a asumir su responsabilidad por la situación actual.
Más: La regulación de la prensa (Hans Rothgiesser)
Perútags: medios poderosos influencia peru prensa periodismo objetividad america latina argentina regulacion venezuela uruguay
[…] Roberto Bustamante presentó algunas cifras sobre la confianza en los medios de comunicación, a partir de las respuestas al Lati…. En el Perú, la percepción existente es que los medios – sobre todo la televisión – están […]
[…] 1. El tema de la privacidad. Es cierto que en los últimos años ha habido un abuso por parte de varios medios grandes en la publicación de contenidos provenientes de comunicaciones privadas. Hasta el día de hoy no se ha logrado desmontar una de las tantas mafias que se dedican al negocio de la escucha ilegal de conversaciones privadas. Y los medios (no todos) han usado ese material amparándose en la lógica del interés público (lo que sea que signifique ello). ¿Es de interés público saber qué decía Lourdes Flores sobre las elecciones municipales? Sí, difúndase. ¿Es de interés público saber qué le decía Rosario Ponce a su novio vía SMS? Ya, también, publíquese. Varios medios grandes, en ese sentido, perdieron la brújula hace rato. La norma, en apariencia, pretende subsanar ese problema, el de la privacidad. Es lo que el garante Mario Vargas Llosa ha defendido. Que no se diga que los medios no se lo han venido buscando. ¿Autorregulación? Claro, sí, cómo no. Como los medios cuentan con tan buena imagen entre la población. […]
[…] a su propio bando. Todo ello en un contexto en que se debate sobre la fragilidad de los medios, la confianza que se les tiene y la necesidad de pluralidad […]
[…] de percepción en relación con los medios de comunicación. Como indicó hace algunos años Roberto Bustamante, si existe la imagen amplia desde hace varios años que los medios responden a los intereses de los […]