Steve Jobs (1955-2011) con John Lasseter. Foto por Macinate. Algunos derechos reservados.
Va a ser difícil establecer el límite del legado de Jobs. Comenzando con la idea de tener computadores personales allí en tu casa, hasta el smartphone que estás usando en el bus. Sin haber sido él ingeniero (en la primera época de Apple, ese puesto recaía en Steve Wozniak), Jobs simplemente la vio. Pudo proyectar que en cada casa, gente que no tenía que ser un geek o un hacker, podían tener computadoras personales para resolver problemas cotidianos. Así nació la Apple II. Y luego llego la Macintosh. El iPod. El iPhone. El iPad.
Jobs entendió que la tecnología no era un tema solo para expertos, sino que (por sobre todo) la tecnología debía ser una experiencia que produzca placer. Si en estos momentos estás leyendo este post en un entorno gráfico, deberás pensarlo dos veces: Antes de Macintosh, no habían punteros ni entornos gráficos para operar tu computadora personal. ¿Te vas dando cuenta ahora de la importancia de Jobs?
Tenía la capacidad, por sobre todo, de revitalizar cualquier proyecto y darle un nuevo giro. Un giro espectacular. Como cuando Lucas le encargó hacer algo con Pixar, una empresa que hacía software para efectos especiales. Gracias a Jobs, Pixar se convirtió en la gran compañía de animación que es hoy. Aquella que te hizo sacar miles de lágrimas en Toy Story.
Regresó a Apple en 1997, luego de un hiato donde impulsó distintos proyectos espectaculares. Explicaba que lo que la competencia nunca entendió, es que de lo que se trataba era de mezclar arte y ciencia. Que eso era lo que hizo en NeXT, la compañía de hardware y software que dirigió cuando estuvo fuera de Apple. A su regreso, apareció la iMac.
Vamos, todos nos enamoramos de esa publicidad. Ella, la iMac venía en colores. Arte y ciencia. O la ciencia como arte. Los que pasamos del Windows XP al OSX lo entendemos perfectamente. Sí, yo también creo en el potencial del software (¡y el hardware!) libre. Que estamos hablando de software licenciado. No, sí, en serio yo lo sé. Pero estamos hablando del mejor empate de arte y ciencia.
Y arte + ciencia = magia, como señalaría otro grande, Arthur C. Clarke.
Gracias Steve Jobs por hacer que no nos olvidemos que la ciencia es por sobre todo arte.
Here’s to the crazy ones…
Más:
– Steve Jobs (por Steven Levy)
– Steven Jobs en palabras Steve Wozniak (Huffington Post)
– Eternal Flame (XKCD)
– The round peg in the square hole (Andrea Naranjo)
– Dear Steve, Thanks (Geekdad)
– Steve Jobs para siempre (Milton Vela)
– Steve Jobs (Toni del Rio)
– Steve Jobs (Gustavo Gorriti)
– Boing Boing cambia de template y hace un homenaje clásico
– Steve Jobs en imágenes y video (Alt1040)
– Adios, Steve Jobs (El espíritu de los cínicos)
– Steve Jobs: Making a dent in the universe (Macworld)
– Larga vida a Steve Jobs (Leo Prieto)
– In praise of Bad Steve (D. B. Grady, quizá el mejor texto que vas a leer sobre Jobs)
– Murió el último norteamericano que sabía qué carajos estaba haciendo (The Onion)
– Design Matters (Scott Mc Cloud)
– Steve Jobs y las personas con discapacidad (Tim Carmody)
– The Magician (The Economist)
– Steve Jobs eventually made me think different (Jason Perlow)
– Don’t be trapped by dogma (Peter Merholz)
– EFF Mourns the Loss of Steve Jobs
– Richard Stallman sobre la muerte de Steve Jobs
– The other side of Steve Jobs (Read Write Web)
Addenda (1:00pm):
No se apuntó algo en el post que vale la pena escribir. Lo de Jobs fue una empresa capitalista. Y fue una apuesta que le ha dado un respiro a varias industrias (como la musical o la de contenidos en general). Sobre eso escribí y apunté hace varios meses en el artículo La web está muerta.
Con Jobs ha muerto quizá lo último de coolness que había en el capitalismo post-industrial.
Etiquetas: steve jobs cibercultura apple
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