Qué año, eh.
Difícil para todas y todo en la casa. Con un encierro que nos ha alejado de los amigos, de abrazar a nuestros abuelos, de poder salir de viaje, de paseo. Nos ha puesto a prueba toda nuestra paciencia, pero bárbaramente. Y con todo, qué hermoso año el que hemos tenido. Tu noveno año de vida. Otra vuelta al sol más. Un año donde otra vez más, vemos como vas creciendo lindamente. Cómo poco a poco te alejas más de nosotros, cada vez más aprisa. Y esta vez sobre dos ruedas.
Y también el tenerte en casa nos ha servido para conocernos un poco más. Para poder desayunar y almorzar juntos. Para poder parar en cualquier momento, darnos un abrazo, un beso, tirarnos un minuto en alguna cama y conversar. Dejado de lado las complicaciones, hemos hecho que este año sea muy bonito y así queremos recordarlo contigo. Como el año que te hemos visto crecer de cerquita, todos juntos.
También ha habido sus lagrimones por parte de todos en la casa, porque también la vida es así. Nos hemos cansado por ratos. Hemos querido decir basta a tanta mascarilla, a tanto encierro, cuándo va a acabar todo esto señor presidente basta señor presidente haga algo. Pero, allí hemos estado los tres para darnos todo el cariño del mundo. Con esa risa tan linda que te caracteriza. Con todas esas vueltas de falda que das cuando bailas.
¿Te podemos pedir un favor? Cuando comiences a irte de a poquitos, sea en scooter o bicicleta, no lo hagas tan rápido.
No, mentira. Así es la vida. Cuando cojas tu bicicleta y te vayas rapidito, tu mamá y tu papá estaremos con el lagrimón aplaudiéndote, orgullosazos como estamos hoy, a tus nueve años.
Los comentarios están cerrados.