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Aprendo en casa para todxs

Hoy, gracias a la invitación del Foro de Gobernanza de Internet Perú, estuvimos en una misma mesa virtual Lea Sulmont, Ghislaine Liendo, Coco Copello, Víctor Jáuregui, Sandro Marcone y quien esto escribe. Fue una mesa interesante donde las preguntas planteadas fueron: ¿Qué es lo positivo que se puede extraer de la experiencia de este año de Aprendo En Casa? y ¿Qué hay para mejorar?

Mi punto de partida es que debemos diferenciar varias cosas que han estado nombrado de modo intercambiable. ¿Es posible hablar de educación a distancia y no hablar de aprendizajes digitales? Sí, claro. Hay todo un universo de opciones y formas de trabajar la educación a distancia que no necesariamente pasan por el uso de dispositivos digitales o la experiencia de trabajo con dispositivos digitales: televisión sincrónica y videos asincrónicos, radio, correspondencia, material impreso, etc. De igual modo, podemos diferenciar aquí los contenidos complementarios (aquellos que van a apoyar el trabajo diario de la escuela) con los suplementarios (aquellos que reemplazan el trabajo docente). Algo de esto está en el texto Educación en cuarentena.

Los aprendizajes digitales tienen mucho más que ver con los procesos educativos en los que se involucra el uso de dispositivos digitales. Hay cierta confluencia con la educación a distancia, pero no todo se agota allí. De hecho, pueden haber múltiples experiencias de aprendizaje digital que se dan en situaciones de enseñanza y aprendizaje presenciales: uso de juegos serios, gamificación, etc. Así que cuando hablamos de educación a distancia y aprendizajes digitales estamos refiriéndonos a una porción de ambos conjuntos.

Otro tema es el de las brechas «digitales». ¿Qué se necesita para poder operar esta educación a distancia? ¿Conectividad? ¿Equipamiento? ¿Infraestructura? ¿Qué tipo de equipamiento? ¿El equipamiento que se va a adquirir a qué partes de los conjuntos de experiencias de aprendizaje, tanto la digital como la educación a distancia buscan cubrir? Es por eso que el término «brecha digital» es escurridizo; las necesidades a nivel de hardware, software y competencias no son las mismas, ni entre todos los docentes, ni entre todos los estudiantes.

La primera pregunta tuvo que ver con los aspectos positivos de Aprendo En Casa. ¿Qué rescatamos del proceso? Para empezar, la capacidad de respuesta del estado frente a una situación de emergencia. En poco tiempo, el MINEDU pudo armar un portal de contenidos y prepararlos para los docentes, así como pudo montar una producción constante de videos y audios. Esto no es nuevo y más bien revela un aprendizaje de años. El 2012 y el 2017 tuvimos dos huelgas docentes que pusieron a prueba el ingenio y organización del MINEDU para poder armar soluciones en línea para la educación a distancia de emergencia (ver segunda parte de texto de Educación en emergencia).

De igual modo, es importante destacar la acogida del programa de Aprendo En Casa entre los padres y madres de familia (según los datos de las encuestas realizadas por el propio MINEDU). Ya se instaló en la agenda de los padres y madres la necesidad de contar con contenidos educativos diarios. Siempre hubo una demanda escondida que los medios masivos no quisieron ver.

Finalmente, destacable es la resiliencia de los propios docentes. Son los propios docentes los que adaptan los videos producidos por el MINEDU para que estos puedan ser difundidos a través de los miles de grupos de Whatsapp que se han creado durante este año: para que pesen menos, para que puedan verse en los celulares de los padres y madres, tomando fotos a sus fichas de aprendizaje elaboradas a mano, adaptando su dormitorio o un cuarto de su casa como un «aula virtual». Sin el trabajo docente, no podría haber funcionado la estrategia de emergencia Aprendo En Casa.

Aquí viene entonces el sin embargo. Una vez pasados los primeros meses de la pandemia, el gobierno apostó por la compra de tablets como forma de fortalecer su estrategia de educación a distancia, así como un plan de conectividad e internet para el 2021. Inicialmente esto debería haber llegado para la segunda mitad del año. ¿Era imperante la compra de tablets para fortalecer la educación a distancia? No necesariamente. Las tablets inciden en una parte del conjunto de la educación a distancia, más no todo. De hecho, los docentes y estudiantes muy probablemente hubieran hecho el mismo flujo de interacciones sin la estrategia Aprendo En Casa (preparando sus espacios domésticos para la enseñanza, armando sus fichas manualmente, tomando fotos y enviándolas por mensajería instantánea, realizando retros por Whatsapp). ¿En qué medida la compra de tantas tablets va a modificar estos flujos e interacciones? ¿Cuál es el plan propuesto para el trabajo con las tablets? Esto es aún un misterio. La gestión de Benavides no armó un plan con liderazgos reconocibles y amarró el éxito de la educación a distancia a la falta o no de conectividad.

Al mismo tiempo, lo que tenemos es una oferta desarticulada de contenidos, materiales y recursos para la educación a distancia. Hoy por hoy el portal de Aprendo en casa es un repositorio de fichas en PDF que, como se señaló al inicio, los docentes tienen que imprimirlas o adaptarlas manualmente (incluso se ha generado un mercado de impresiones de las fichas de Aprendo en Casa). Los videos y los audios, tal como están, no son útiles para el día a día (los audios, por ejemplo, están todos en Youtube, con lo que si un docente quisiera usarlos, tendría que descargarlos, adaptarlos a un MP3 y recién enviarlos a los grupos de Whatsapp respectivos). Paralelo a esto, el MINEDU cuenta con Perú Educa, antes portal y hoy una plataforma de educación online que no se aprovecha para esta emergencia educativa porque no está pensada en los estudiantes ni en los padres y madres. El estado además tiene los contenidos que bien podrían servir como complementarios de Chicos IPE y de la Biblioteca Nacional, pero tampoco están articulados a la plataforma Aprendo en Casa.

Se necesita evidentemente un plan de acción que pueda coordinar todos estos procesos. Mirar incluso más allá de la educación básica y tener una propuesta de educación a distancia que abarque distintos actores de la sociedad. Aprendo en casa podría trabajar contenidos pensándose en la formación continua, produciendo tanto materiales complementarios y suplementarios para niños, niñas, adolescentes y personas adultas. Eso implica una mirada que entienda las diversidades de prácticas de consumo a nivel de medios y también las diversidades en las prácticas de aprendizaje que aún no se vislumbra en la propuesta de Aprendo en casa. También pasa por la incorporación de los docentes al sistema de producción de contenidos.

Es bien difícil que esta gestión, que tiene que además lidiar con una pandemia que no termina, pueda orgnizar todos estos temas. Por supuesto, esto siempre es discutible y conversable. Es importante que estos diálogos se den, como ha sido, desde la sociedad civil y la academia.

Publicado en Cibercultura Educación

2 comentarios

  1. Excelente resumen o consolidado. Aquí algunos comentarios : 1. Como funciona este sistema en los casos de los estudiantes que son parte de un MULTIGRADO ( que predomina en el sector rural) – 2. por otro lado Es evidente que los maestros cumplen una función de MODULACION del mensaje o contenido del MINEDU pero no se aprecia una comunicación entre el maestro y el MINEDU ( Solo hay una vía y no una interacción ) … 3. En cuanto a la característica de la comunicación digital que permite una múltiple comunicación entre los maestros y entre los estudiantes , como es que influye ?

  2. ¡Gracias!

    1. En las escuelas multigrado, hay contenidos especializados. Entiendo que la tendencia es que existan cada vez menos multigrados.
    2. Claro, toda la producción de contenidos, modulación, adaptación que hacen los docentes, no forma parte de ningún acervo o base de contenidos. Pero son parte del sistema, una parte invisible.
    3. Influye en varios niveles. Sobre todo entre maestros y estudiantes, pero esta pasa hoy por hoy fundamentalmente a través del Whatsapp con las limitaciones que tiene esta herramienta de comunicación. Eso influye en: largas jornadas de trabajo, tiempo extra para organizar el material, calidad de clases.

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